lunes, 1 de febrero de 2016

NI CONTIGO NI SIN TI





NI CONTIGO NI SIN TI

Ni contigo ni sin ti,
tienen mis penas remedio,
dicho popular, 
cargado de certeza,
cargado de verdad.

En la distancia que nos separa,
anhelo tu presencia,
tu sentir, tus palabras, tus detalles, tus sorpresas.
Anhelo tu ser sencillo, tu tranquilidad, tus caricias,
tu sonrisa, tus ojos, tu luz,
te anhelo con tanta fuerza y angustia, 
que creo morir por ti.

Mi ser te reclama y tú fiel príncipe 
siempre dispuesto vienes a mí,
dispuesto a darte completamente,
a ser en mí.

Primeros instantes de dicha,
donde todo es intenso 
y de apariencia verdadera,
donde las mariposas 
se acomodan en el estómago
y danzan al son del amor.

El tiempo va pasando,
y también la intensidad,
lo que parecía cierto se torna gris,
aparecen en escena, el miedo, la confusión
y un sinfín de sentimientos contradictorios,
que tiñen los instantes que antes eran perfectos.

Me pierdo, me pierdo en tu presencia
y no consigo ser yo misma.
Me marcho a un infierno de dudas
y culpa por sentirme así, 
y solo quiero huir de esa sensación de no saber
quien soy.

Y me alejo, y pido silencio, espacio y mil cosas más.
Pero no por falta de amor, 
sino por dejar de sentirme como me siento.
Y tú tan complaciente siempre,
aunque confundido,
me permites una y otra vez.

¿Cómo amar sin perderse a una misma?
¿Cómo encontrar el camino de salvación?

Aún en estas horas inciertas 
no encuentro la llave 
y espero impaciente
que la puerta se abra sola.

Confiada y con fe
de elegir el camino correcto.
La liberación absoluta 
de tanta incertidumbre, de tanta angustia,
de tantas idas y venidas,
que agotan el alma.
El final de todos los caminos,
mirarte a los ojos y verme en ti.


Olga Bernal